
Isaac Newton: el arquitecto de las leyes del universo
Sir Isaac Newton (25 de diciembre de 1642 – 20 de marzo de 1726/27) fue un matemático, astrónomo y físico inglés, considerado uno de los científicos más influyentes de la historia y una figura central de la Revolución Científica.
Su obra cumbre, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica (Principios matemáticos de la filosofía natural), publicada en 1687, sentó las bases de la mecánica clásica. En ella formuló las leyes del movimiento y la ley de gravitación universal, revolucionando nuestra comprensión del universo. Gracias a estas leyes, Newton no solo explicó el movimiento de los planetas (derivando las leyes de Kepler), sino también fenómenos como las mareas, las trayectorias de los cometas y la precesión de los equinoccios, unificando por primera vez el cielo y la Tierra bajo los mismos principios físicos.
Newton también fue pionero en óptica. Construyó el primer telescopio reflector funcional y desarrolló una teoría del color basada en la descomposición de la luz blanca mediante un prisma. Sus investigaciones sobre la luz fueron recopiladas en Opticks, publicado en 1704, otro texto fundamental para la ciencia.
Además, compartió con Leibniz el crédito por el desarrollo del cálculo infinitesimal y dejó una profunda huella en las matemáticas: estudió series de potencias, generalizó el teorema del binomio, creó métodos para hallar raíces de funciones y clasificó curvas cúbicas.
Predijo que la Tierra tenía forma de esferoide oblato (achatada en los polos), una hipótesis que fue confirmada por las mediciones geodésicas de Maupertuis y La Condamine. Este logro ayudó a consolidar la superioridad de la física newtoniana sobre el sistema cartesiano que predominaba en Europa continental.
Newton también formuló una ley empírica del enfriamiento, hizo el primer cálculo teórico de la velocidad del sonido y definió el concepto de fluido newtoniano, que sigue siendo clave en la mecánica de fluidos.
Más allá de la ciencia, tuvo una vida multifacética: fue profesor lucasiano en Cambridge, presidente de la Royal Society (1703–1727), y ocupó cargos importantes en la Casa de la Moneda británica. En 1705 fue nombrado caballero por la reina Ana.
Curiosamente, Newton también dedicó años al estudio de la alquimia y la cronología bíblica, aunque gran parte de esos escritos permanecieron inéditos hasta después de su muerte. Religioso, pero con ideas no ortodoxas, rechazaba en privado la doctrina de la Trinidad, y fue uno de los pocos académicos de su época que se negó a recibir órdenes sagradas.
Newton no sólo cambió la historia de la ciencia: cambió la manera en que pensamos el universo. Su legado sigue siendo una de las cimas más impresionantes de la mente humana.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario