
📅 6 de julio – Efeméride con sorpresa metálica
En el siglo XIX, los químicos estaban como armando un rompecabezas: querían clasificar los elementos y entender cómo se relacionaban entre sí.
💡 En 1869, el químico ruso Dmitri Mendeléiev creó la primera versión de la tabla periódica. Pero lo más genial fue que dejó huecos vacíos y predijo qué elementos iban a aparecer en el futuro, con todo y sus propiedades.
🔮 "Aquí falta un metal..." — dijo Mendeléiev
Uno de esos huecos estaba justo debajo del aluminio. Mendeléiev predijo que allí debía ir un metal desconocido, que llamó eka-aluminio (porque "eka" en sánscrito significa "uno", o sea, un elemento una fila debajo del aluminio).
Según sus cálculos, ese eka-aluminio sería:
-
Ligero como el aluminio
-
Metálico y brillante
-
Se fundiría a baja temperatura
-
Tendría una densidad específica y un comportamiento parecido al aluminio
✨ Y en 1875… apareció el galio (Ga)
Ese año, el químico francés Paul-Émile Lecoq de Boisbaudran descubrió un nuevo elemento metálico en una muestra de mineral. Lo llamó galio, en honor a Gallia (el nombre en latín de Francia).
Cuando se estudiaron sus propiedades… ¡coincidían con las predicciones de Mendeléiev!
💥 ¡Había acertado en todo!
🔗 ¿Qué tienen en común el aluminio y el galio?
-
Ambos son metales ligeros
-
Pertenecen al grupo 13 de la tabla periódica
-
Son buenos conductores
-
Y funden a temperaturas relativamente bajas
📌 El aluminio es uno de los metales más usados en el mundo: desde latas y papel aluminio hasta aviones.
El galio, aunque menos conocido, se usa en pantallas LED, paneles solares y tecnología médica.
🔍 Dato curioso:
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario