Antes de que los estudiantes de química temieran al Au, Ag o Pb, alguien tenía que inventar la idea de representar los elementos con símbolos. Ese alguien fue John Dalton, el físico-químico inglés que, en 1803, decidió que ya era hora de ponerle cara (o al menos símbolo) a los átomos.
🧠 El nacimiento de una idea brillante
Todo comenzó el 3 de septiembre de 1803, cuando Dalton anotó en su cuaderno:
“Observaciones sobre las partículas finales de los cuerpos y sus combinaciones.”
Ese día, sin saberlo, estaba poniendo los primeros ladrillos de lo que más tarde sería el enorme edificio de la química moderna.
Dalton fue el primero en usar símbolos para representar los átomos de diferentes elementos, creando una tabla con 21 de ellos, ordenados por masa atómica. Más adelante, llegó a manejar 36 símbolos diferentes, cada uno con su propio diseño: círculos con puntos, cruces o letras (por ejemplo, un círculo con una cruz para el azufre, o una “L” dentro de un círculo para el plomo).
⚛️ Los principios de su teoría atómica
En su obra de 1805, “Un nuevo sistema de filosofía química”, Dalton propuso una teoría revolucionaria (para la época) que decía:
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Los elementos están formados por átomos.
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Todos los átomos de un mismo elemento tienen la misma masa.
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Átomos de diferentes elementos tienen masas diferentes.
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Los átomos se combinan en proporciones simples (como 1:1, 1:2, etc.).
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Los átomos no se crean ni se destruyen.
Básicamente, Dalton hizo con los átomos lo que Newton había hecho con las manzanas... ¡pero con más símbolos raros!
✍️ El cambio de notación: Berzelius al rescate
Aunque los símbolos de Dalton eran creativos, no eran muy prácticos. Una década más tarde, el químico sueco Jöns Jakob Berzelius propuso un sistema más simple: usar letras para representar los elementos, inspirándose en sus nombres latinos. Así fue como el oro pasó a ser Au (aurum) y la plata Ag (argentum), en lugar de los confusos círculos con G y S que usaba Dalton.
Berzelius definió los símbolos de 47 elementos, y su propuesta fue tan buena que la mayoría de ellos siguen vigentes hoy. Este sistema fue clave para que se desarrollaran teorías más complejas, como la Ley de las Octavas de John Newlands en 1864 y, más tarde, la Tabla Periódica de los Elementos de Dmitri Mendeléyev en 1869.
📊 De Dalton a la tabla periódica
Mendeléyev organizó 63 elementos en una tabla que, aunque aún estaba basada en la masa atómica, se parece mucho a la que usamos hoy. Pero no fue hasta 1913, con el trabajo del físico Henry Moseley, que se reorganizó por número atómico, resolviendo errores como la extraña ubicación del telurio e yodo.
🧬 El legado de Dalton
Aunque sus símbolos ya no se usan, el apellido Dalton quedó inmortalizado en la ciencia: hoy usamos el dalton (Da) como unidad de masa atómica, especialmente útil para medir moléculas grandes como las proteínas. Así, una proteína puede pesar 35 kilodaltons (kDa) y nadie se alarma… (bueno, excepto los estudiantes en época de exámenes 😅).
¿Y tú? ¿Conocías el origen de los símbolos químicos? Detrás de cada letra en la tabla periódica hay una historia llena de ciencia, errores geniales y mentes brillantes que, con un poco de tinta (y mucha observación), cambiaron la forma en que entendemos el universo.
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