INGLATERRA.- Rosalind Franklin había utilizado la forma B del ADN
cuando hasta entonces sólo se disponía de datos de otra forma, la A,
mucho menos hidratada y con la que no se había podido sacar ninguna
conclusión.
En su informe se concluía que en la estructura del ADN las
bases se sitúan hacia el interior, un dato crucial para resolverla, y
en su foto 51 quedaba claro que la estructura era una doble hélice.
Rosalind Franklin sólo tenía que hacer pequeñas correcciones al manuscrito que ya tenía preparado para enviarlo a la revista Nature cuando Watson y Crick enviaron su modelo, a pesar de todo, con un exceso de modestia escribió en la penúltima línea de la figura: “Así, nuestra idea general es coherente con el modelo propuesto por Watson y Crick”.Nunca se sabrá si Rosalind Franklin llegó a saber que se habían divulgado sus datos sin su permiso, los otros actores de la historia nunca lo afirmaron pero tampoco lo negaron. Ni Watson ni Crick la nombraron en sus discursos de aceptación del Nobel. Fue Wilkins, precisamente el elemento del trío con quien Rosalind tuvo más problemas, a quien Crick convenció para que la mencionase.
Cuando se trasladó a la Universidad de Birkbeck fue prácticamente obligada a abandonar el trabajo sobre el ADN y comenzó a trabajar sobre la estructura de los virus. En este tema publicó importantes resultados.
Encontró por ejemplo que el material genético del virus mosaico del
tabaco, un ARN, se enrosca en el interior del largo tubo de proteínas
que forma su cápsida. James Watson en su discurso de aceptación del
Nobel trató exactamente del papel del ARN, incluyendo la estructura de
los virus que lo contienen, y logró no mencionarla ni una sola vez.
No parece que Rosalind Franklin albergase rencores
frente al hecho de que su trabajo sobre la estructura del ADN solo ocupó
el tercer lugar en el número de la revista Nature en la que se
publicaron a la vez la teoría de Watson y Crick, los resultados de
Wilkins y los de ella misma.
En 1954 viajó por los Estados Unidos con Watson, con quien intercambiaba
información sobre el virus mosaico del tabaco, y en 1956 hizo un viaje
por España en compañía de Crick y su esposa. Va a ser difícil saber si
el cáncer de ovario que el 16 de abril de 1959 acabó con su vida fue una
enfermedad laboral.
Las prácticas de seguridad laboral por aquéllos años aún distaban de
proteger debidamente al operario, y la manipulación de fuentes de rayos X
es una labor peligrosa.
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A veces parece que las mujeres no han tenido ninguna importancia en los
grandes descubrimientos mundiales, pero no es cierto. Rosalind Franklin
es un claro ejemplo de ello.
Por todos es conocido que el DNA esta
formado por dos hélices y seguramente muchos ya habréis visto más de una
imagen sobre la forma que tiene. Si no aquí abajo tenéis una imagen de
como es.
Considerado como el logro médico más importante del siglo
XX, el modelo de la doble hélice del DNA abrió el camino para la
comprensión de la biología molecular y las funciones genéticas;
antecedentes que han permitido llegar al establecimiento, en estos días,
de la secuencia "completa" del genoma humano. La historia dice que sus
descubridores fueron Watson y Crick. Aunque lo cierto es que nunca
hubiesen podido descubrir la forma del DNA sin la ayuda vital de
ROSALIND FRANKLIN.
Esta mujer nacida en Inglaterra el 25 de julio de
1920, murió en Londres el 16 de abril de 1958. Inicialmente conocida por
ser la hermana menor de Benjamín Franklin, su vida y su obra son una
perfecta metáfora de la contribución y el trato dado, en muchas
ocasiones, a las mujeres en la Ciencia. Rosalind Franklin se graduó de
la universidad de Cambridge en 1941, no sin antes salvar la oposición
paterna. Hizo estudios fundamentales de microestructuras del carbón y
del grafito y este trabajo fue la base de su doctorado en química
física, que obtuvo en la Universidad de Cambridge en 1945. Después de
Cambridge, pasó tres productivos años (1947-1950) en París, en el
Laboratoire de Services Chimiques de L'Etat, donde aprendió técnicas de
difracción de Rayos X. En 1951, volvió a Inglaterra como investigadora
asociada en el laboratorio de Juan Randall en King's College, Cambridge.
Para
Rosalind era la oportunidad de aplicar sus conocimientos a la biología y
el laboratorio de Randall se encontraba en el mejor nivel de
desarrollo. En el laboratorio de Randall ella cruzó su trayectoria con
la de Maurice Wilkins. Aunque ambas estaban referidas al DNA,
lamentablemente, la misoginia y la competencia llevaron la relación a un
conflicto permanente con Wilkins. Este llevaba largo tiempo trabajando
en ADN y había tomado la primera fotografía relativamente clara de su
difracción cristalográfica. Wilkins había sido el primero en reconocer
en ésta los ácidos nucléicos y no estaba dispuesto a la competencia
interna.
En ese tiempo se conocía la forma deshidratada de la
molécula (forma A), la que no sugería una forma helicoidal. Rosalind se
concentró primero en interpretar los patrones de difracción utilizando
las laboriosas fórmulas de Patterson. Las primeras imágenes obtenidas en
Londres con el ADN deshidratado se conocieron en Cambridge. Watson
había tenido ocasión de asistir a la clase que dio Franklin en noviembre
de 1951 sobre el avance de sus investigaciones. Rápidamente, con
Francis Crick se pusieron a la tarea de imaginar su estructura y para
ello, trabajaron principalmente con modelos atómicos a escala. Este
primer intento terminaría en un fracaso rotundo. Watson y Crick
invitaron a Franklin y Wilkins a Cambridge para darles a conocer su
propuesta. Esta consistía en un modelo helicoidal con tres cadenas.
Iones de Magnesio sostenían unidos los fosfatos y hacia la periferia las
pentosas y las bases nitrogenadas.
Rosalind
Franklin pulverizó sus argumentos. La cantidad de agua en el modelo no
correspondía al de los estudios de difracción. Los fosfatos y, por lo
tanto, el “esqueleto” de la molécula tenían que estar en el exterior de
la misma. No existía en realidad ningún indicio consistente de que la
estructura fuera helicoidal. La conocida flema inglesa seguramente
impidió la catástrofe. De todos modos, el rumor llegó a la cabeza del
laboratorio: Sir Lauwrence Bragg, quien decidió prohibir a Watson y
Crick que sus estudios en el ADN continuaran.
La astucia se
impuso: James Watson se concentró en el estudio del virus del mosaico
del tabaco. Este tiene al ARN como uno de sus constituyentes
fundamentales. Dilucidar esta estructura le permitiría acercarse al ADN y
de paso profundizar sus conocimientos en cristalografía.
Mientras tanto, durante 1952 Rosalind Franklin repitió los estudios
cristalográficos con diferentes grados de hidratación. Al hidratarse la
difracción era completamente distinta (forma B). Como sabemos ahora, las
fibras de ADN se alejan entre ellas y toman su forma nativa.
A
principios de 1953 Wilkins mostró a Watson uno de las fotografías
cristalográficas de Franklin de la molécula de DNA, cuando Watson vio la
foto, la solución llegó a ser evidente para él y los resultados fueron
publicados en un artículo en Nature casi inmediatamente. Sin
autorización de Rosalind, Wilkins se las mostró primero -las imágenes de
la forma B (hidratada)- a James Watson y, posteriormente, un informe de
Rosalind Franklin a Sir John Randall fue entregado a Watson y Crick.
Francis
Crick había trabajado en descifrar cómo se verían las estructuras
helicoidales de las proteínas en imágenes de cristalografía. Y eso era
justamente lo que tenía al frente en el informe de Franklin. Más aún, el
reflejo de 3.4 Å en la meridiana implicaba que esa era la distancia
entre los nucleótidos de una misma cadena de ADN. Al aplicar estas
mediciones a la forma A y corregirla por la contracción y la densidad de
la molécula sólo había lugar para dos nucleótidos en cada plano
transversal. Si eso era así, lo más lógico es que las cadenas fueran
también dos.
Franklin murió prematuramente, de cáncer de ovario, en
1958 en Londres. Con toda probabilidad, esta enfermedad fue causada por
las repetidas exposiciones a la radiación durante sus investigaciones.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIh5Eesa-vEAItv07Urk9q6cpZ1VWJUTZha-ZuuzZNvjrzEIV6qxf1MpEmH3WZVo4pcaFjSnAluz5J1uxSnDRHZx1j0Gzb4Tj-to5OXbQJVglBxhRj-wJeteLbHjCxif6txBCvjUvovzTj/s200/Fotograf%C3%ADa+51+ADN.bmp)
En
1962 se les concedió el Premio Nobel en Fisiología y Medicina a Watson,
Crick y a Wilkins, sin hacer ninguna mención de la importancia que tuvo
Rosalind Franklin. Sus compañeros, incluso Watson -famoso por la
mordacidad con que se refería a sus colegas y por algún comentario de
mal gusto sobre Rosalind- expresaron repetidas veces su respeto personal
e intelectual por ella. En la actualidad, existe un amplio movimiento
reivindicativo del papel primordial que Rosalind Franklin tuvo en el
descubrimiento del ADN. En cualquier caso, Rosalind Franklin merece ya
el lugar que ha llegado a ocupar, como icono del avance de las mujeres
en la ciencia.
Recopilado de:
http://www.elintransigente.com/notas/2013/7/25/rosalind-franklin-terrible-historia-del-adn-195489.asp
http://www.pepeylaciencia.blogspot.com.ar/2009/01/rosalind-franklin-o-la-verdadera.html
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